Fuego y barro: los hornos romanos del Alfar de Cartuja en Granada

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El yacimiento del Alfar romano de Cartuja, localizado en el campus universitario de Granada, corresponde a un complejo productivo activo entre los siglos I y II d.C. Su función principal fue la fabricación de cerámica común, vajilla fina y materiales constructivos, destinados al consumo local y regional. La excavación ha documentado una de las concentraciones de hornos más relevantes de la Hispania romana, y han resurgido gracias a la arqueología y la tecnología 3D.

El alfar se distribuye en varias unidades funcionales: zonas de producción, áreas de vertido y espacios auxiliares. Su ubicación estratégica, próxima a vías de comunicación y recursos naturales, favoreció su desarrollo. La imagen general del yacimiento muestra la articulación entre los hornos y el resto de estructuras, evidenciando un modelo de explotación intensiva y sostenida.

Vista general del Alfar romano de Cartuja en Granada, con estructuras de hornos y zona de producción
Vista general del Alfar romano de Cartuja en Granada, con estructuras de hornos y zona de producción

Además de los diez hornos principales, se han hallado otros cuatro en zonas cercanas del campus, lo que sugiere una expansión del alfar y una continuidad en el uso del espacio durante décadas.

El Horno 7, el gigante del alfar

Con unas dimensiones de 5,10 × 6 metros, el Horno 7 es el mayor del conjunto. Su planta tipo Cuomo IIb, con ocho muretes transversales, lo vincula tipológicamente al "grand four" de La Graufesenque (Francia), uno de los centros alfareros más importantes del Imperio.

Aunque todos los hornos presentan planta cuadrangular, se han documentado variaciones en tamaño, número de arcos y tipo de suspensura. Esta diversidad sugiere una adaptación funcional a distintos tipos de producción cerámica.

Los hornos del Alfar de Cartuja empleaban parrillas sostenidas por arcos para distribuir el calor de forma homogénea. Este sistema permitía alcanzar temperaturas superiores a los 900 °C, necesarias para cocer cerámica común y terra sigillata.

Los hornos del yacimiento cocían vajilla fina, cerámica común y materiales constructivos. La presencia de moldes para terra sigillata hispánica indica una producción decorada destinada al comercio regional.

Las primeras excavaciones se realizaron en los años 60, pero los trabajos se han retomado desde 2009 como parte de las prácticas del Máster de Arqueología de la Universidad de Granada. Las imágenes 3D actuales permiten una lectura más precisa de las estructuras.